lunes, 19 de octubre de 2015

Feria medieval




Feria medieval  + “La bella durmiente de la mesa” -

 Dentro del marco del Festival Medieval que transcurrió en el Espacio Cultural del Sur (caseros 1750, Barracas) los días 10 y 11 de Octubre, tuve la oportunidad de ver una obra de títeres llamada "La bella durmiente de la mesa".


Me pareció un centro cultural muy lindo, antiguo y lleno de historia. Me hizo reflexionar sobre lo grande que es Buenos Aires y la cantidad de zonas y oferta cultural que ofrece. Me sentí una turista en mi propia ciudad y lo disfrute mucho.

Indagando en la página del gobierno, encontré información sobre el “Espacio Cultural del Sur” y decía lo siguiente:
“En nuestros días, el Espacio Cultural del Sur ocupa un espacio social y cultural desde el cual convoca al encuentro comunitario, un ámbito donde los vecinos de la ciudad pueden compartir y participar de todo tipo de expresiones artísticas y culturales, habiendo acondicionado las instalaciones, para que funcionen los distintos Talleres Gratuitos (Clases de Danza Tango, Clases de Danza Folklórica, talleres de perfeccionamiento y armado de títeres (Cooperativa La Calle de los Títeres) entre otros...), además cuenta con un Espacio Visual, donde se exponen, pinturas, fotografías, esculturas y salones de grabado y técnicas mixtas.
Al aire libre, en temporada estival y tanto en el Patio Central como en el Patio de Tango, se  brindan al público espectáculos musicales, teatrales y funciones cinematográficas. Se realizan además, títeres para niños y adultos en el espacio cultural conocido popularmente, como “La Calle de los Títeres”. Toda la actividad está ambientada en esos espacios queridos que nos hacen retroceder en el tiempo, en medio de un parque frondoso, con árboles centenarios.”

El espectáculo, es una  adaptación del popular cuento "La bella durmiente". Cuenta como una princesa es hechizada por una bruja. Su padre,  con la ayuda de un hada madrina y un príncipe logran revertir la maldición, cerrando la historia  con un final feliz.
Los títeres de esta adaptación  están relacionados con el mundo del dormir, gorros, almohadas, pantuflas y despertadores, que luego, estos objetos se transformarán en la bruja, hada, rey, princesa y príncipe.


En  el centro cultural, ese fin de semana, se realizaba una feria medieval. Ocasión por la cual,  mucha gente concurrió al  establecimiento. Había stands,  en los cuales vendían distintos objetos de la época medieval, comidas y bebidas. En algunos sectores del lugar, se daban demostraciones de cómo la gente luchaba en esos tiempos, sus vestimentas y armas de guerra.







Dentro del público, se podía apreciar, distintos estilos de personas. Observé aficionados y fanáticos, lookeados como guerreros medievales,  personas vestidas enteramente de negro, con aritos en sus orejas y un estilo “dark”. También asistieron familias con sus hijos.

La obra de títeres que yo aprecie, se realizó en la puerta del centro cultural, era un sector por el cual debías pasar, si querías ingresar o salir de la feria. Un lugar de paso. Habia bancos como de plaza 


Este detalle, no menor, influyo en el desarrollo de la obra, ya que, constantemente había ruido. Al ser al aire libre, había viento y la “escenografía”, era un tablón con dos caballetes y un mantel negro, se volaba todo el tiempo, lo que provocaba que el titiritero frenará el espectáculo  para acomodar el mantel. Esta acción hacia distraer al público y perder el hilo de la historia. Sumado a que el titiritero agregaba algún comentario o chiste, que hacía que aún más se perdiera el foco. Aunque, por momentos, sus interrupciones eran buenas y oportunas, ya que invitaban al público a participar.

 

En mi opinión, la obra es regular a buena. Me parece que no es para recomendarla a todos los niños en general. Sino que tendría que estar especificado para que edad en particular. Para mi seria para chicos de ocho a diez años, por su historia, los comentarios del titiritero y por el tipo de títeres. Ya que, estos últimos, no eran títeres convencionales. Eran objetos, como almohadas, pantuflas y despertadores convertidos en títeres.

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